sábado, 14 de agosto de 2010

ORIENTACION INTELECTUAL VS.ORIENTACION PERSONAL

Lic. JUAN JESUS ALMENDRAS CAMPERO

Las exigencias que la vida moderna le plantea al hombre, son cada vez más altas y variadas, es por eso que la formación y desarrollo de ese hombre, es también cada vez más compleja y requiere de la participación activa de toda la sociedad y de las instituciones escolares en particular.

Es precisamente en este contexto que, en los últimos años han proliferado los intentos de perfeccionar, estimular, y acelerar el desarrollo de todas las potencialidades del sujeto. Una de las vías más utilizada es la orientación psicológica. De aquí que hemos considerado interesante hacer algunas reflexiones en torno al tema...Es válido hablar de orientación intelectual como tipo, parte o contra parte de la orientación personal?.

La respuesta a esta pregunta puede ser muy diferente, en función de que se comprenda por orientación, sus tipos y en nuestro caso particular, de su relación y ubicación en el proceso educativo.
Un enfoque atomista, especializado en el desarrollo de una u otra área de la personalidad, admitiría la idea de la orientación intelectual como contraparte de la orientación personal, sobretodo a partir de los objetivos propuestos para la intervención, en la estimulación del alumno. Sin embargo en su aplicación práctica, concreta, de acuerdo a la experiencia acumulada y a las de otros autores es imposible abstraer, un tipo de influencia de la otra.

Por otra parte, cuando este enfoque se aplica al proceso enseñanza - aprendizaje, muchas veces se emplea la orientación en un sentido estrecho, en los casos de aquellos sujetos que tienen algún problema o dificultad, y como consecuencia se realiza la orientación individual o grupal, paralelamente al proceso curricular, en actividades extras.

Siguiendo esta línea, pudiera hablarse de tipos distintos de orientación particular, en este caso, intelectual y personal. La primera podría vincularse a los aspectos del procesamiento de la información, ejecutores de la actividad de la personalidad; la segunda referida a los aspectos inductores, afectivos, hechos centro de la personalidad. La orientación intelectual podría realizarse en el proceso curricular y/o paralelamente; la personal se mantiene en una vía extracurricular.

Desde un enfoque humanista, más holista de la personalidad y su desarrollo, que es el que seguimos en las experiencias realizadas, la respuesta a la pregunta inicial es diferente.

No puede hablarse de una orientación intelectual, ni personal, contrarias, ni siquiera al margen, independientes una de la otra. Cuando hacemos orientación "intelectual" inevitablemente tenemos que apoyarnos en otras características de la personalidad, por ejemplo, si estimulamos el pensamiento divergente, utilizando tareas que sean desafíos para el sujeto, aprovechamos el desarrollo de su curiosidad, y si lo hacemos en un determinado campo, donde ya conocemos la inclinación de éste, hacemos nuestra orientación tomando como punto de partida intereses que desarrollamos aún más. En el caso en que intentamos realizar una orientación personal, cuando queremos, por ejemplo , fortalecer las posibilidades de autodeterminación del joven y trabajamos con el proceso de toma de decisiones, en él se evidencian y estimulan habilidades intelectuales de análisis, de establecimiento de relaciones, de valoración, de predicción de posibles consecuencias de diferentes acciones, entre otras.

A partir de esto, los trabajos realizados, se adscriben a la concepción humanista de orientación, ampliamente reconocida que la conciben como: asistencia o ayuda que se le ofrece al sujeto para que se desarrollen todas las potencialidades de una personalidad sana, eficiente y madura, mediante una serie de técnicas o tareas. Esta orientación tiene un amplio grupo de objetivos, entre los que pudieran mencionarse:

-Ayudar al sujeto a conocerse y comprenderse mejor a s! mismo.

-Fomentar y promover la independencia cognitiva y el pensamiento creador.

-Desarrollar y consolidar las posibilidades de autodeterminación del sujeto.

Un segundo aspecto a considerar sería la relación educación-orientación psicológica: ( La orientación psicológica debe formar parte del proceso enseñanza - aprendizaje curricular? Debe hacerse paralelamente a éste o utilizarse combinadamente?. Las experiencias que hemos realizado hasta el momento, han intentado explorar, estas formas de emplear la orientación en la escuela. Realizamos proyectos paralelos, remediales, experiencias de orientación "intelectual" que deviene en personal, en el proceso curricular en asignaturas y disciplinas concretas, y hemos combinado ambas vías de orientación, con el adiestramiento de profesores, as! como la creación de equipos de éstos profesores y personal especializado en orientación psicológicEn la realización de estas aplicaciones partimos de cuatro principios teóricos-metodológicos básicos:

I- Enfoque personológico del proceso educativo, es decir, considerar el desarrollo psicológico del sujeto en su integridad, teniendo en cuenta las relaciones entre inteligencia, motivación, afectividad, creatividad, personalidad.

II- El proceso educativo centrado en el estudiante, o sea, considerar en toda su amplitud y consecuencias la individualización y participación del alumno en su aprendizaje, en todo momento. Esto implica que el sistema didáctico-educativo utilizado esta en función de las necesidades, intereses y posibilidades del mismo.

III-El maestro como facilitador del aprendizaje, como desarrollador de personalidades, y no como trasmisor de conocimientos solamente. Esto implica la creación, por parte de éste, de un ambiente de "apertura a la experiencia", de condiciones materiales y espirituales para que el alumno se apropie por s! mismo del conocimiento. También, que el maestro desarrolle las actitudes rogerianas de autenticidad, aceptación y empatía hacia el alumno.

IV- Educación productiva, participativa, que permite y estimula la reflexión metacognitiva y personalizada de alumnos y maestros. Esto se concreta en la utilización de métodos de enseñanza y educación productivos, donde el alumno tenga que participar activamente, obtener resultados concretos, prácticos y cognoscitivos. Estos métodos pueden ser problémicos o no, pero si deben tener cierta dosis de desafío para el alumno, que lo obligue a fijarse metas propias y esforzarse por alcanzarlas. Por otra parte, siempre que las condiciones lo permitan, en la realización, el inicio o al final de una tarea, es importante valorar como se sienten, que esperan lograr o que lograron, cómo están trabajando, que les es fácil o difícil, etc. De tal forma, el alumno aprende a conocerse a s! mismo, autoevaluarse, controlar su actuación presente y futura.

Las técnicas empleadas tienen un amplio espectro: vivenciales, de dramatización, simulación; de percepción, comprensión y representación oral, gráfica: de alternativas de respuestas múltiples, final abierto; formulación y verificación de hipótesis, preguntas, predicciones; de valoraciones, etc. Estas técnicas se utilizan en un orden creciente de complejidad atendiendo a las posibilidades de cada alumno y grupo, y a su adecuación a los contenidos curriculares o cotidianos.